Hoy nos escribe Mercé Celma un nuevo episodio de la Danza en tu Vida. Una integrante de un maravilloso grupo en donde el apoyo, la positividad y la fuerza hacen extraer de cada una de ellas lo máximo.
Hace poco más de un año que descubrí la Danza del Vientre, nunca había asistido a clases de baile, yo era de las que pensaban que para hacer ejercicio se tenÃía que ir al gimnasio, a la piscina, a aeróbic y otras cosas que siempre acababa abandonando. Creédme, se ejercita «todo» el cuerpo!!!!
Siempre he sido muy bailarina, me encanta bailar pero nunca creí que nada consiguiera «engancharme» como lo ha hecho la Danza Oriental. Jamás había durado tanto en un gimnasio..me aburría como una ostra.
Os voy a explicar mis razones de ese «enganche»…
Mis inicios en la Danza fueron «durillos» me veía como un «pato mareao», todo mi cuerpo era un bloq (y cito literalmente a Marina), no se me movía NADA!!! y poquito a poco veo que voy progresando que empiezo a moverme, a saber comprender la música, ahora sé que soy capaz de memorizar una coreografía. En fin, no es que sea una super bailarina, pero me lo paso en grande los jueves al mediodía y si por alguna razón no puedo ir tengo que reconocer que soy adicta y me falta algo…
Debo agradecérselo a mi «superprofe», Marina es cañera, enérgica, pero lo más importante para mi es que sabe transmitir muy buenas vibraciones, sólo os diré que mi primer día aluciné con los lemas que nos dijo que nos aplicáramos: «Soc la hóstia!!»(«Soy la ostia«) y «Soc una patata, sí, péro es la meva patata….» («Soy una patata, si, pero es MI patata...» nunca nadie me lo había dicho… ) y sí, desde ese día cuando tengo dias «bajillos» pienso en eso y me funciona!!!!.
Mención aparte son mis compañeras, bueno ya no son compañeras, ahora son mis amigas, mi grupo es genial, bailamos, nos entendemos, reímos juntas, nos enviamos correos divertidos, vamos de cena y lo más importante es que siempre tienen una palabra, una sonrisa o una risa que me sirve, que me ayuda. Mil besos chicas!!!!!!.
Ah! no debo olvidar a mi marido… está¡ encantado que vaya a bailar! 😉 y sobre todo le gusta el cambio que poco a poco voy haciendo… y no penseis mal!!! mi cambio es de actitud, de forma de colocarme, de andar…
Poco a poco la Danza del Vientre me está ayudando a darme cuenta de cosas que debo corregir, a ser más optimista (que ya lo soy….) y como dice aquella: ARRIBA LA DANZA!!!!!!
Y ya que Mercé nos ensalza su grupo, aprovecho para colgar una galería de fotos que en su día denominamos como… «Clase de Gala» 😉
Todas las fotos son de Montse Garcia.
Hola Mercè me ha encantado como describes lo que sientes en la clase de oriental y me alegra muchísimo que te encuentres guay con el grupo, la verdad es que lo pasamos genial con nuestra como tú muy bien la defines «superprofe» y encantadora MARINA (aunque a veces nos dá una caña…….), pero bueno tenemos mucha marcha y ganas de bailar.
Bueno guapísima te veo en clase a sacar el ¡jaguar! que llevamos dentro (que por cierto le cuesta un poquito salir, caray), pero al final sale.
Un abrazo muy fuerte.
Mª Carmen
Wenas chicas!!!
La verdad es que me siento totalmente identificada con lo escrito por Mercè, y es que al igual que ella, desde hace un tiempo tenía muchas ganas de hacer algo de ejercicio físico pero nunca encontraba algo que me atrayese.
Y es que desde que el comienzo de las clases, el hecho de descubrir todo lo relacionado con la Danza Oriental ha supuesto un cambio a nivel físico y emocional muy importante en mi vida.
Por ello, agradecer a Marina su gran implicación en cada una de las clases (porque esos lemas citados por Mercè…cuanta razón tienen!!! 🙂 ) y también al resto de compañeras que hacen que durante esa hora y media todo sean buenos momentos, llenos de risas y buen humor.
Un besitu a tod@s! …Y a darlo todo en el festival de junio!! 😉
Ana U.