Que sentido tiene la danza?, que significa o significado tiene o debemos darle? Estas y muchisimas más preguntas de este tipo teorico-metafísicas-cósmico-fundamentales-etc… están siempre presentes en la Danza (y por ende, en casi toda actividad humana). Lamentablemente (o quizás, por suerte) no hay una respuesta ni concreta ni acertada. Hay tantas respuestas como personas, los matices pueden llegar a ser inmensos.
Hace poco ví un documental, un documental titulado «La última danza de los hombres del bosque«. Un documental sobre la realidad actual de los bosquimanos del Kalahari, en Boswana, un pueblo milenario a punto de perder su identidad y sus tradiciones debido al acoso de las autoridades africanas que, presuntamente por intereses económicos (minas de diamantes), les obliga a abandonar su territorio. Casi nada…
Como casi siempre ocurre en este tipo de documentales, acabas con la sensación de impotencia, rabia, indignación y la mala leche correspondiente al propio nivel de humanidad del telespectador.
Pero no es aquí donde quería llegar…
Dado un punto del documental, se entrevista a un anciano para que exponga sus ideas sobre las diferencias de evolución en su pueblo, una vez trasladado de su asentamiento milenario, a otras tierras «mejores para el futuro de los que la habitan» (evidentemente, en su «asentamiento milenario, a algunos metros bajo tierra, existían diamantes…). La fotografía de la situación vendría a ser de jóvenes dados a la bebida, sin trabajar, total desprecio por los ancianos,… en definitiva, una notable inclinación a lo que conocemos como «juventud/sociedad occidental».
… Y en un momento dado, mientras enfocan a una chica y un chico jóvenes, bebiendo y algo pasadillos de tono, se ponen a bailar una especie de mezcla de danza africana (eso lo supongo) alternandolo con pasos claramente más modernos. (es increible, hasta estando borrachos, tienen una gracia y un «savoir faire» bailando impresionantes). Y mientras ves a esa pareja, la voz del anciano dice:
«Lo estamos perdiendo todo. Antes bailábamos, y ahora también se baila, pero se ha perdido toda conexión. Antaño bailábamos para y por los Dioses, ahora, sin ninguna conexión, apenas comunicamos nada a nuestros cuerpos bailando. La persona es el canal por donde ha de fluir el baile, que tiene un principio y un fin muy bien definidos, y en el que mientras somos partícipes de esa conexión, nosotros mismos nos nutrimos. Ahora se baila sin intención, sin querer o poder comunicar nada. Antes el baile, la sabiduría y la alegría se compartían en el mismo ritual del baile; ahora no, ahora el individuo prevalece sobre los demás.«
Ni yo misma podría haber descrito tan bien lo que siento personalmente por el baile. Estoy totalmente de acuerdo con estas sabias palabras, y creo firmemente en los conceptos que ese anciano, a chorrocientos miles de kilómetros de aquí, ha dictaminado como normas de su corazón. (apunte mental: es «curioso?» como esta base fundamental puede ser aplicada a cualquier danza ancestral alrededor del mundo, no 😉 )
Son bailes distintos, somos personas distintas, tenemos pensamientos, valores y creencias diferentes. Pero la música es el verdadero lenguaje universal, y la concepción de su transmisión es la misma. De la misma manera que seguimos siendo iguales, somos personas, aunque se baile diferente, el concepto es el mismo. Y eso me gusta.
Como ya he dicho al principio de este post, no hay una respuesta clara a la pregunta, pero al menos, yo por mi parte, abogo por los fundamentos mencionados, y así es como, para mí, la Danza cobra todo su significado y sentido plenos.
Si te ha servido o lo has encontrado útil, o simplemente te a gustado, salúdame por los comentarios. Lo agradezco más de lo que piensas, Gracias.
Marina Salvador
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