Si la has visto te acuerdas de ella. Si has visto sus bolsos o zapatos o cualquiera de sus creaciones, directamente no te olvidas jamás. Ella es Marina Salazar, una rubia de pote natural, como dice ella. Una mente llena de neuronas rubias que sabe cómo transmitir más allá de lo convencional y que la Escuela tiene la suerte de contar con su talento.

Hay personas que son capaces de diseccionar el mundo para verlo con otras
perspectivas. Marina Salazar es una de estas personas, una mujer que nos brinda la
oportunidad de ver cualquier idea, proyecto, objeto o arte desde una perspectiva
surrealista y encima con funcionalidad.

Marina es, como dice ella, minimalistamente barroca. Incluso con estas dos palabras ya
vemos su forma de ser, de crear. Sólo hace falta pasearse por su página web No queda
tinte para darse cuenta de su imaginario y su capacidad de transformar el mundo en
provocación y arte; de experimentar con lo que nadie se imaginaría y de comunicar y dar
vida de un modo peculiar, con brilli brilli, con mensajes o con imágenes, da igual, ella sabe
cómo jugar con las formas, los mensajes, los formatos y las estéticas para crear algo
nuevo. Y eso es puro ARTE.

En la escuela podéis ver y comprar sus creaciones: bolsos artesanalmente trabajados que
se confunden con un pastel de verdad al que vienen unas ganas irrefrenables de hincarle
el diente. Porque esta es otra de sus características: el trabajo artesanal y único. Tener
uno de sus bolsos es sin duda un valor. ¡Apártense diseñadores del mundo que la artista
burlesquera brilla aunque no ponga brilli brilli!

En definitiva, decir que tiene estilo propio es quedarse corto. Para ella el diseño es un juego, un proceso de experimentar y de retarse a si misma y al espectador. De creatividaddesbordante, no hay nada que salga de ella que no nos deje con esa sensación de imán.

Y es que como he dicho, son pocas las personas en este mundo capaces de darnos unamirada alternativa, un significado totalmente diferente a cualquier idea.

También se define como una hiperactiva gráfica. Su propia tarjeta de visita lo demuestra. Tenerla entre las manos es sonreír,luego jugar y no olvidarse jamás. Casi como una minimáquina del millón con una bolita que puede caer en 7 opciones y que indican al receptor las acciones que puede hacer (call, meet, ignore, web, follow, unfollow i email). ¿Sepuede ser más genial? Muestra el principio de incerteza, rompe los sistemas decomunicación abriendo nuevos caminos jamás explorados y sin duda, crea una improntaen el receptor.

Evidentemente, el mundo ya ha visto su talento. Marina ha ganado el premio Crema 2018, está reconocida por su trabajo en muchos ámbitos y además, no hay duda de que su carrera profesional va a despegar mucho más alto de lo que vuela ya.

Marina lleva tres años haciendo Burlesque en la Escuela. Este año pasa a Show A. Suerte la nuestra de que podremos ver de primera mano su creatividad en escena… Nos morimos por ver su show porque estamos seguras de que nos va a sorprender, deleitar y enloquecer con cada movimiento y puesta en escena. Una recomendación: no os perdáissu trabajo y no faltéis a verla siempre que podáis.