A las alumnas y profesoras de la Escuela Burlesque Experience no hace falta que nos den motivos para bailar porque sabemos que nos encanta. Pero más allá de este motivo, existen muchos beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente si bailamos. ¿Quieres saber cuáles? ¡Sigue leyendo!

Según algunas teorías evolucionistas, el baile ha jugado siempre un papel importantísimo en la evolución de las relaciones sociales entre humanos (sí, más allá del ligoteo y el humor) porque vincula a las personas emocionalmente, aunque no hablen el mismo idioma. Es decir, el baile es el lenguaje universal que todas las culturas del mundo poseen y han poseído desde siempre.


De hecho, un estudio neurocientífico del 2009 demostró que todos nacemos con un sentido rítmico-musical que hace que nos entren ganas de mover el cuerpo con la música de forma innata.

Pero vamos a conocer los beneficios del baile que seguro que no los conoces todos, a parte de para divertirse, expresarse e interactuar con otras personas.

  1. Bailando se fortalece el corazón: Bailar de forma regular ayuda al corazón a mantenerse fuerte porque aumentamos el ritmo cardíaco y mejoramos la capacidad pulmonar. La American Heart Association recomienda el baile como ejercicio aeróbico para reducir los riesgos de enfermedades cardíacas y un estudio italiano demostró que las personas con insuficiencia cardíaca que practicaron el baile, mejoraron la salud de su corazón y su respiración. ¿Impresionante verdad?

2. Bailar estimula la memoria: Hacer sudokus está bien pero bailar es mucho mejor. El baile puede ayudar a revertir la pérdida de volumen en el hipocampo (la parte del cerebro que controla la memoria) lo que puede evitar padecer de demencia senil, según un estudio publicado en el New England Journal of Medicine. Cuando aprendemos rutinas y coreografías de baile, mejoramos la memoria y la habilidad de realizar varias tareas al mismo tiempo. Incluso un estudio de personas con Alzheimer que empezaron a practicar baile con canciones que solían conocer demostró que recuperaban memorias olvidadas.

3. Bailar nos ayuda a conectar con nosotras mismas: Bailando se despiertan emociones y fantasías y pensamientos a través del movimiento, lo que hace más fácil que expresemos sensaciones, emociones, sentimientos y estados de ánimo de forma natural y desinhibida, sin enjuiciarnos. De esta manera podemos conectar con nosotras mismas y con las emociones que reprimimos, como la rabia y la ira, la angustia o la tristeza por algo y bailando pueden canalizarse de una forma saludable y liberadora, lo que ayuda al control emocional en el día a día.

4. El baile improvisado ayuda a tomar decisiones: El psicólogo Peter Lovatt, ex–bailarín profesional, ha comprobado que bailar nos ayuda con la toma de decisiones en nuestra vida diaria. Sus estudios demostraron que la improvisación al bailar, nos ayuda a enfrentarnos mejor frente a problemas en los que hay múltiples soluciones distintas. ¡Y la improvisación en la Escuela la trabajamos mucho!

5. Aumenta la creatividad y las sinapsis neuronales: Vamos, que pensar en los ejercicios y dejarnos ir nos permite abrir la mente a caminos que antes no habríamos recorrido y así ejercitamos nuestra creatividad, lo que a su vez fomenta la espontaneidad. Y cuando aprendemos nuevos pasos y los entrelazamos estamos creando nuevas sinopsis cerebrales.

6. Disminuye el colesterol: Como lo lees, para personas con el colesterol alto, a parte de seguir la dieta y las indicaciones del médico, bailar les puede ser de gran ayuda ya que al ser un ejercicio aeróbico reduce los niveles de colesterol en sangre, especialmente los del colesterol “malo” o LDL.

7. Bailar  mejora la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y es un maravilloso antídoto contra la osteoporosis y mejora el equilibrio: La flexibilidad, fuerza y resistencia que se adquieren con el baile ayudan a mantener el cuerpo libre de lesiones. Un estudio de la Universidad de Washington mostró que bailar tango, por ejemplo, resultó ser mejor que otros ejercicios para mejorar la capacidad de movimiento en pacientes con Parkinson. El baile, además, es un ejercicio de fuerza que puede prevenir la pérdida de la masa ósea y tonificar los huesos sin estresar las articulaciones. Muchos estilos de baile requieren de movimientos que fortalecen los huesos como la tibia, el peroné y el fémur. A largo plazo, (no valen tres meses de baile, eh?) una práctica regular de baile podría prevenir la osteoporosis.

8. El baile da felicidad y bienestar: Bailar estimula la producción de endorfinas, la hormona de la felicidad así como estimula también la secreción de adrenalina y notamos esa energía por el cuerpo. Además, bailar regula los niveles de serotonina y dopamina, que se ven afectados cuando pasamos momentos de depresión o ansiedad. En definitiva, bailar reduce el estrés y mejora nuestro estado de ánimo porque nos genera sensaciones de bienestar.

9. Aumenta la autoestima: Y en especial, el Burlesque… Bailar nos hace perder el miedo a equivocarnos, nos hace vender la timidez y además nos hace sentir capaces cuando vemos cómo mejoramos y conseguimos hacer pasos y movimientos. Eso refuerza de forma muy positiva el autoconcepto, a parte de la unión de grupo, que también influye de forma muy positiva en la autoestima.

Conclusión: Bailar es practicar un idioma, hacer salud y cuidar nuestra mente. Así que no hay que dejar de bailar. Esta frase, de autor desconocido, lo resume muy bien:

“La danza es medicina a través del ritmo, espacio, energía, forma y tiempo, que reviste al cuerpo de substancias que curan las dolencias físicas y psicológicas.”