Creo que el humor es algo muy importante en la vida. Quienes me conocen, pueden atestiguarlo 😉 El humor es un eje principal que utilizo para tanto el aprendizaje en el baile, como para crear una dinámica y una unidad de grupo. En clase, aprendiendo técnica, el humor nos ayuda a desbloquear mentalmente los lastres que podamos llevar encima y nos permite relajarnos y darnos cuenta de lo que realmente estamos haciendo y así avanzar en el baile.
Ya hace tiempo que nació esto de la «Risoterapia» y, siendo francas, no lo he probado (aún) pero conozco a bastante gente que lo ha probado y están encantadas.

Aprovechando un contacto que tengo, con una Psicóloga, hace algún tiempo que tengo pendiente un artículo escrito por ella hablando sobre el tema. Así pues, os dejo este artículo que ha escrito Eva Sanz para Té con Menta (en exclusiva, cuidadín !!) sobre los beneficios del sentido del humor y la risa en la salud.

LOS BENEFICIOS DEL SENTIDO DEL HUMOR Y LA RISA EN LA SALUD

Por Eva Sanz
Psicóloga

«La risa es como la aspirina pero dos veces más rápida«. Con esta frase, Groucho Marx, ponía énfasis en la importancia que tiene la risa en nuestra salud. Y no se equivocaba, los efectos beneficiosos del humor y la risa se han estudiado en los ámbitos de la salud, cognitivo, emocional y psicosocial. Los datos que se desprenden de estos estudios nos dicen que, gracias a la risa y a fomentar nuestro sentido del humor, se produce un equilibrio biológico en nuestra salud, tanto en el pensamiento, proporcionándonos una visión más amplia ante nuestros problemas, cuanto en nuestras emociones, defendiéndonos frente a la ansiedad y ayudándonos a liberar emociones negativas de diferentes orígenes. En las relaciones interpersonales, mejora la comunicación y el rendimiento en el trabajo, teniendo aún más alcance, el humor permite afrontar los temores ante las propias deficiencias. Hablar de nuestros defectos y reírnos de ellos, provoca simpatía en quien nos escucha, consiguiendo la estima del otro.

Rubinstein (1989) plantea algunas observaciones, recogidas en su práctica médica profesional, que permiten comprender la interrelación entre la risa y la salud. Según este autor la risa nos beneficia de la siguiente manera:

Constituye un ejercicio físico muscular. Al reír se movilizan la mayor parte de los músculos del organismo desde la cara hasta las extremidades, pasando por el diafragma, y provocando que el tórax y el abdomen se contraigan a gran velocidad.

Es una técnica respiratoria. La risa es un fenómeno que expulsa de forma prolongada, intensa y explosiva el aire, que contribuye a vaciar los pulmones de su aire de reserva. Reír limpia y nivela las vías respiratorias superiores, de modo que esta acción es comparable a la de la tos.

Libera las endorfinas cerebrales estimulando la producción cerebral de catecolaminas, unas hormonas que poseen varios efectos: despiertan al organismo y le preparan poniéndole en estado de alerta, aumenta la producción de endorfinas y disminuyen la inflamación.

La risa es estimulante mental y físico. El estado de alerta ligado a las catecolaminas aumenta las posibilidades intelectuales y la rapidez de ejecución de las tareas. Es un ejercicio intelectual estimulante, un verdadero jogging del ingenio, del mismo modo que hay un jogging del cuerpo. La risa estimula las habilidades intelectuales, la rapidez para ver el lado cómico de una situación, la prontitud para la reacción.

Debido a la acción de la risa sobre el sistema neurovegetativo, Ésta combate el estrés.

El sentido del humor también tiene un efecto emocional. Reír ejerce una acción positiva contra la ansiedad y la tristeza. Al concentrar la energía en otras alternativas, el humor puede reducir el estrés y aliviar la tensión y la agresividad.

Reírnos de las cosas que nos asustan las vuelve menos amenazantes, nos sitúa por encima de nuestros sentimientos de temor, desaliento y desesperación. Como señala Klein (2000), las personas que son capaces de reír ante los contratiempos dejan de sentir lástima de si mismas.

Ser capaz de reírse de nosotros mismos se admite como signo de inteligencia. También sugiere cierta salud mental en el sentido que supone una manera de manifestar agrado por nosotros o nosotras, y de aceptarnos como personas que podemos equivocarnos.

Como dice L. Weiss: «fíjate que fuerte soy que hasta puedo mostrar mis debilidades»

Hay múltiples estudios sobre la función social e interpersonal que ejerce el sentido del humor. En estos estudios se ha constatado la relación existente entre los estados de ánimo positivos y la tendencia a ayudar a otros, a mostrar comportamientos solidarios, compasivos, generosos o altruistas.

El sentido del humor favorece respuestas de acercamiento en los demás. Las personas estarán dispuestas a apoyarnos cuando nos manifestamos alegres. La persona que utiliza el sentido del humor de forma habitual en sus relaciones recibe un importante refuerzo social a través del agrado y aceptación que los otros le muestran.

Es un medio de unión del grupo. Permite suavizar la rigidez de las distancias sociales. Las personas que ríen juntas se sienten más cercanas, rompen la barrera del alejamiento y la frialdad que dan lugar a la incomprensión. La risa suprime las convenciones, crea complicidad. En este sentido, el humor y la risa eliminan las jerarquías, los roles y las distancias sociales entre las personas.

Las personas con sentido del humor enriquecen un grupo, crean mejor ambiente. Situaciones interpersonales difíciles y comprometidas dejan de serlo cuando se introduce humor. Se resuelven mejor los conflictos cuando hacemos reír al otro. En definitiva, el humor lo puede casi todo, lo importante es no ofender.

Para quienes ríen juntos es muy difícil mostrarse agresivos. El humor y la risa dan salida a la agresividad.

En el ambiente de trabajo, el sentido del humor no sólo contribuye a fomentar la iniciativa y la creatividad, sino que diluye las tensiones negativas y reduce el absentismo laboral y las bajas por enfermedad.

No cabe duda que deberíamos preocuparnos más por nuestro sentido del humor, uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace viejo por dejar de reír.

Eva Sanz es Licenciada en Psicología y desarrolla su actividad profesional como formadora en gestión y prevención de riesgos asociados a los factores psicosociales: gestión y autocontrol del estrés, habilidades interpersonales, técnicas de asertividad, resolución de conflictos, técnicas de relajación, risoterapia, etc., tanto en el ámbito empresarial privado, como en el sector de la administración pública.

Correo contacto: evasanzespeso@hotmail.com

Teléfono: 690 133 598

Imparte clases en Namasté, una asociación del guinardó. Barcelona